Bienvenidas vacaciones, adiós jet lag: cómo sobrevivir al cambio horario
Ya tenemos el mes de agosto a la vuelta de la esquina y muchas familias tienen todo listo para empezar sus vacaciones. ¿Te vas unos días al extranjero? Si tienes miedo de sufrir el dichoso jet lag durante todo el viaje, no te preocupes más. En este artículo te damos las claves para deshacerte fácilmente de esta sensación producida por el cambio horario para que puedas centrarte en pasarlo bien y disfrutar de cada momento.
¿Cómo evitar los síntomas del jet lag?
Cuando viajamos a un país en el que tenemos que atrasar o adelantar nuestros relojes varias horas, el cuerpo se resiente considerablemente, ya que está acostumbrado a nuestro horario habitual. Esto es lo que se conoce como “jet lag” y dura varios días hasta que nos adaptamos de nuevo.
Durante este proceso se ve alterado nuestro ciclo de sueño y vigilia pudiendo provocar cefaleas, irritabilidad, insomnio, indigestiones, cansancio y falta de concentración. Puedes reducir estos síntomas acostumbrando tu organismo al cambio de forma progresiva
1- ¿A dónde vas?
Si vas al oeste, tendrás que atrasar el reloj unas cuantas horas. Durante los días previos al viaje, come un poco más tarde y acuéstate una hora después de tu hora habitual.
Si vas al este, las avanzarás. Haz tus comidas un poco más temprano y ve a dormir una hora antes de a la que sueles hacerlo.
2- Durante el vuelo
Cuando estés en el avión cambia la hora de tu reloj y empieza a seguir el horario que marca. Es imprescindible que bebas mucha agua, ya que el cambio de hora provoca deshidratación. Además, las bebidas alcohólicas o que contienen cafeína pueden provocar que tengas sueño e imposibilitar tu adaptación al nuevo horario.
3- En el destino
Cuando llegues tendrás que empezar a acostumbrar tu cuerpo a la luz del día cuando en España es de noche y viceversa. El sol produce la serotonina, que nos mantiene activos y despiertos: en cambio, cuando hay poca luz, el cuerpo libera melatonina, que es la hormona que nos provoca el sueño. El problema con el que vas a encontrarte es que tu cuerpo, sistemáticamente seguirá produciéndolas según la costumbre incluso en un horario distinto.
¿La solución? Siempre que te sea posible exponte a la luz solar, de esta forma combatirás el cansancio y estarás mucho más activo gracias a la serotonina producida por tu cerebro.
Sigue estos consejos y disfruta de tus vacaciones sin problemas. El contraste de horario puede provocar un poco de confusión, pero si te lo propones conseguirás adaptarte en poco tiempo. Evita utilizar fármacos para dormir; podrías perjudicar tu ciclo de circadiano natural y empeorarán el jet lag.