Entendemos que ahorrar es reservar una cantidad de dinero que no necesitamos de manera acuciante para usarla en el futuro. Es decir, a través del ahorro nos aseguramos, en cierta manera, nuestras finanzas futuras. La jubilación es un momento de la vida en el que necesitaremos echar mano de los ahorros para complementar nuestros ingresos mensuales y seguir llevando nuestra vida.
Actualmente, el mercado ofrece una amplia oferta de productos para gestionar nuestros ahorros, sea cual sea nuestro perfil. Escogeremos uno u otro para nuestra jubilación según nuestra edad, posibilidad de ahorrar, fiscalidad preferida y riesgo que queramos asumir.
Prever, organizar y evitar el riesgo son las ideas que una persona que desea ahorrar como complemento a su prestación de jubilación tiene en cuenta. Dar con el balance un equilibrio entre riesgo, estabilidad y rentabilidad es la meta de quien ahorra a largo plazo.
Teniendo en cuenta las soluciones existentes en el mercado, me gustaría destacar que hay grandes diferencias entre los productos, sobre todo por lo que respecta al riesgo que se asume y a las ventajas fiscales que se pueden obtener:
Son una modalidad de ahorro con mucha aceptación en España, por la tranquilidad que aportan a quien los contrata. Asimismo, consigue que se alcancen los objetivos personales en el largo plazo y es rentable. Sin embargo, hay de diversos tipos atendiendo a la escala de riesgo que pueden ofrecer.
De la misma manera, durante la etapa de activo de los planes de pensiones individuales, se pueden hacer aportaciones acogidas a ventajas fiscales. Es decir, el titular consigue ahorrar gracias a la posibilidad de desgravar el IRPF. Asimismo, al rescatar el plan, podemos obtener el patrimonio como renta o como capital. Añadir también que se pueden realizar aportaciones de manera periódica o puntual, sin exceder los 1.500€ anualmente.
Suponen una manera de ahorrar de manera flexible con un tipo de interés que varía cada tres meses, al ser revisado. Disfrutan de las mismas ventajas en cuanto a fiscalidad que los individuales.
Con los seguros de ahorro se contrata un seguro de vida. Están pensados para ser útiles a largo plazo. Se puede aportar periódicamente, así como también modificar estas aportaciones, que además no tienen límite. Puedes rescatar el capital aportado en cualquier momento.
Gracias a este producto podemos diversificar la inversión, adaptándola al riesgo que podamos asumir. Además, no hay límite en las aportaciones.
Estos seguros son, ante todo, flexibles y, gracias a ellos, podemos determinar la cantidad aportada, hasta 8.000 € al año.
Las EPSV son exclusivas del País Vasco y sirven como complemento de las prestaciones en pensiones. Los supervisa directamente el Gobierno Vasco y no la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP).
Funcionan de manera similar a otros planes de pensiones, no obstante, su contribución en aportación personal anual es de hasta 5.000€ y de 8.000€ en cuanto a las de empresariales. 12.000€ es el límite total entre uno y otro tipo de aportación.
Ahora que conoces todos los productos de ahorro de cara a la jubilación disponibles en el mercado puedes hacerte una mejor idea de cuál es el adecuado para ti. Como siempre, ya sabes que si necesitas asesoramiento, en Seguros Bilbao estaremos encantados de ayudarte.